Hace rato que no escribo. Tal vez fue el tiempo que vino después de la primera cirugía de reconstrucción para que me colocaran el expansor en el lugar donde me removieron el seno izquierdo, en que me concentré más en lo que estaba pendiente por vivir.
El año pasado fue un tiempo de probarme que podía vivir una vida normal, a pesar de tan azarosa jornada de recuperación y vigilancia que había tenido hasta entonces.
Pensé también que debía hacer lo que siempre había querido y por falta de planeación, inseguridad, falta de recursos, pero básicamente miedo, no me había atrevido a hacer.
Una vez decidida, comencé a orar. Si, es lo que siempre hago, o trato de hacer cuando me llega alguna nueva idea, plan, proyecto, u "ocurrencia". Prefiero ponerlo en manos de Dios y entregarle ese deseo, para recibir su aprobación o rechazo... créeme cuando te digo, que es mucho más fácil dejar de pensar en una locura que está destinada al fracaso, cuando Dios te dice "no inventes, no es por ese camino".
Quería ofrecerle a mi hija la posibilidad de salir del país. Tenía ese deseo clavado, pues mi mamá no pudo, ni en sus más locos sueños siquiera pensar en la posibilidad de ofrecerme algo así. Era y sigue siendo, para muchas mujeres solas, algo impensable. Creo que estamos muy habituadas a que por ser mujeres solas, adoptamos esa condición y todo lo que conlleva. Pareciera que todo debe ser difícil para nosotras, y que no tuvieramos derecho o posibilidad de hacer cosas que estan reservadas para matrimonios o familias completas. Por lo menos creo que esa así lo dicta la cultura latina en general.
Sin embargo, me queda claro que al paso del tiempo y en retrospectiva, no soy el estándar de mujer "sola" que solemos conocer. Así que decidí que era tiempo de seguir rompiendo paradigmas y me dí a la tarea de (una vez aprobado por Dios) hacer ese sueño realidad, poniéndole fecha.
Así fue, mi hija y yo nos atrevimos a soñar y después a planear. Después de eso comenzaron a llegar los recursos, materiales y económicos para lograrlo. Me di cuenta que Dios quiere eso, tener fe, creerle, dar el primer paso con las manos vacías y después llega todo.
Platico todo lo anterior porque quiero que quede claro que todo lo que he compartido sobre ese viaje, no es presunción, sino una muestra de la fidelidad de Dios en nuestras vidas. Sobre todo considerando que lo logramos siendo madre e hija y únicamente poniendo nuestra confianza en que Dios tienen el control de todo.
Mi hija estuvo por un mes en Brighton, Inglaterra, en viaje de estudios, donde obtuvo un certificado de idioma inglés con el nivel C2 del marco común de referencia de idiomas y yo viajé a Heathrow para alcanzarla en aquel lugar. Pasamos una semana más juntas, paseando. Nuestra aventura incluyó Londres, Paris y Nueva York. Fue un viaje maravilloso. Una gran bendición cuyos recuerdos permanecen para siempre.
Todo el recuento del año pasado (2017), además del viaje, incluye mucho trabajo gracias a Dios, porque las cosas no vienen gratis, uno tiene que hacer su parte. Doy gracias a Dios por mis empleadores y oro por toda suerte de bendición para ellos. Tanto quienes me permiten colaborar como maestra de inglés como quienes confían en mi trabajo como traductora.
La parte difícil es que durante todo el año también hubo muchas citas y visitas a los doctores que me dan seguimiento. Se debe ser muy disciplinado para no renunciar.
Si bien me diagnosticaron diabetes después de la mastectomía, provocada por las quimioterapias y desorden de la tiroides debido a las radiaciones, no puedo más que agradecer a esos tratamientos por medio de los cuales Dios salvó mi vida.
De modo que, debe uno amarse mucho y amar a quienes tiene a su alrededor y aún a su cargo de parte de Dios, para encontrar la fuerza para no dejar pasar ninguna consulta, ningún examen, ningún diagnóstico posterior a la operación para remover el tumor.
Si bien es difícil, también es reconfortante sentir la satisfacción de la tarea cumplida de cuidarse y saber que todo va bien.
Así que si tú has leído hasta aquí, te animo a que te sigas checando, si tuviste cáncer, y si no, animes a quien lo tuvo, o aún lo tiene que siga adelante, con valor y coraje y que no permita que gane el desánimo o la depresión. Que con alegría recorra el camino y haya una posición en su corazón de gratitud a Dios por la vida, y por la oportunidad de despertar a un nuevo día, a una nueva esperanza.
Blog dedicado a compartir mis experiencias con el cáncer de mama y la forma en que Dios me ha ido entregando la victoria sobre múltiples batallas. Para todas aquellas sobrevivientes como yo y para aquellas que necesitan saber que no están solas. Blog to share my experiences with breast cancer and the way God has delivered victory over multiple battles. For those survivors like me and for those who need to know they are not alone.
sábado, 20 de enero de 2018
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